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Arquitectos: Adalberto Dias Arquitecto lda
- Área: 6690 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Fernando Guerra | FG+SG

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Románica, gótica, manierista, barroca, neorrománica, neogótica y neomanuelina, son las innumerables clasificaciones que los historiadores utilizan para la Sè, edificio de la fundación de Portugal, mandado construir por D. Afonso Henriques, después de la conquista de la ciudad a los moros, en la vertiente sur y a medio de la ladera del Castillo.


La construcción de la Sè y de su Claustro, al igual que todas las grandes Iglesias y templos de fuerte valor político-religioso y cuya construcción se extendía por muchos años y varias generaciones, fue sujeta a sucesivas alteraciones y ampliaciones por necesidad de los valores y espíritu de las épocas, también, por el hecho de haber sido siempre dañada y sucesivamente reconstruida, por los sismos que cíclicamente ocurrieron en Lisboa, en 1321, 1531 y 1755.


El hundimiento parcial del jardín del claustro en 1990 desencadenó una campaña de excavaciones arqueológicas. A pesar de la importancia de los hallazgos y estructuras descubiertas—que abarcan desde la Edad del Hierro y sucesivas superposiciones romanas, musulmanas y de la ciudad medieval hasta la construcción del Claustro a finales del siglo XIII / inicios del siglo XIV—la exposición y cobertura provisional de estos restos desnaturalizaron el espacio claustral. Esto subvirtió sus dimensiones temporales, religiosas, históricas y arquitectónicas originales.

La propuesta de intervención desarrollada, redefine el espacio y paisaje constituido por el jardín y claustro, en articulación con la musealización en cripta de las ruinas arqueológicas, la construcción de un espacio interpretativo y museológico, y la recuperación de los dos claustros.


Se construyó una terraza de protección a las ruinas, a la cota del jardín original, y en su centro no geométrico un lucernario con taza de agua, que ilumina las ruinas en cripta, metáfora de la fuente de la vida en oposición a la función primordial (funeraria) del claustro. El núcleo museológico se creó sin dudar bajo el ala sur del Claustro, en la parte más destruida por el incendio post-terremoto y nunca reconstruida. El cuerpo de escaleras que estructura y une los diferentes niveles y el ascensor constituyen el sistema de accesos y el gesto inevitable y visible de la intervención, y de la contemporaneidad.


Es un templeto con forma de elipse, y se implanta en el ángulo naciente-sur del claustro, compacto y sobre una base de vidrio, revestido de azulejo artesanal espejado para reflejar y dilatar el paisaje envolvente, serena y tranquila como se imponía en este campo santo.
































